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¿Cuál es la estructura legal vigente que rige el régimen agrario desde la Ley N.º 31110?
El régimen laboral agrario en el Perú ha pasado por una evolución normativa que refleja la necesidad de encontrar un equilibrio entre la promoción de la inversión en el sector agroindustrial y la protección de los derechos laborales de los trabajadores agrarios. La promulgación de la Ley N.º 31110, el 30 de diciembre de 2020, marcó un antes y un después en la regulación del trabajo agrario, al establecer un nuevo marco legal para el sector, derogando el régimen anterior y estableciendo condiciones más justas y equitativas. Esta norma no solo impacta al área de Recursos Humanos, sino también a la alta gerencia, que debe reconfigurar su visión estratégica frente a un nuevo esquema de obligaciones laborales, tributarias y operativas.
1.1. Antecedentes: De la Ley de Promoción Agraria al nuevo régimen
Hasta el año 2020, las empresas agrícolas estaban sujetas a la Ley N.º 27360, conocida como la Ley de Promoción del Sector Agrario, la cual otorgaba beneficios tributarios y laborales especiales para fomentar la inversión en el sector. Sin embargo, esta norma fue criticada por generar condiciones laborales desiguales y no garantizar una verdadera inclusión laboral formal, especialmente para trabajadores de campo.
La derogación de esta ley fue producto de protestas sociales que demandaban mejores condiciones salariales, beneficios adecuados y mayor formalización. En este contexto nace la Ley N.º 31110, como respuesta legislativa al conflicto social y a la necesidad de redefinir un marco laboral más equitativo.
1.2. Estructura normativa de la Ley N.º 31110
La Ley N.º 31110 establece un nuevo régimen laboral agrario especial, aplicable a las personas naturales o jurídicas que desarrollen actividades de cultivo, cosecha, agroexportación, agroindustria, forestales y similares. Su estructura normativa comprende los siguientes aspectos clave:
a. Ámbito de aplicación
El régimen se aplica a todos los trabajadores que presten servicios de forma subordinada en actividades agrarias, ya sea en el campo o en áreas conexas. Incluye tanto a trabajadores permanentes como temporales, eventuales o de temporada. Además, es aplicable a personas jurídicas, cooperativas y asociaciones dedicadas a la actividad agroindustrial y forestal.
b. Jornada laboral
Se establece que la jornada laboral máxima es de 8 horas diarias o 48 horas semanales. No obstante, se permite una jornada acumulativa o atípica, siempre que no exceda las 48 horas por semana, y que se haya pactado por escrito.
c. Remuneración
Uno de los puntos más relevantes es que la remuneración mínima de los trabajadores agrarios no puede ser inferior a la Remuneración Mínima Vital (RMV), y a ello se le suman los beneficios laborales tradicionales:
Gratificaciones
Compensación por Tiempo de Servicios (CTS)
Vacaciones
Seguro social (EsSalud)
Estos beneficios deben pagarse de forma proporcional si la relación es temporal, y deben estar claramente detallados en la boleta de pago, con total transparencia para el trabajador.
d. Gratificaciones y CTS
Se restablece el derecho a gratificaciones legales en julio y diciembre y a la CTS, de forma íntegra y proporcional según el tiempo de servicios. Esto representa un cambio significativo respecto al régimen anterior, en donde los beneficios eran percibidos de manera consolidada en una sola remuneración.
e. Descanso vacacional
El trabajador agrario tiene derecho a 30 días calendario de descanso vacacional remunerado por cada año completo de servicios, como cualquier otro régimen general. En caso de que no alcance el año, se otorga de manera proporcional.
f. Derechos sindicales y colectivos
La ley reconoce expresamente la libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva, promoviendo la creación de sindicatos y la participación en procesos de mejora de condiciones laborales. Esto es especialmente relevante en contextos donde la informalidad y la tercerización han limitado históricamente la organización laboral.
g. Fiscalización y sanciones
SUNAFIL tiene un rol protagónico en la fiscalización del cumplimiento del régimen agrario, incluyendo la correcta emisión de boletas de pago. La ley contempla sanciones económicas, administrativas y, en algunos casos, penales para empleadores que incumplan con las condiciones mínimas legales, incluyendo la omisión de boletas de pago, el pago incompleto o la no afiliación al sistema de salud.
h. Incentivos tributarios (modificados)
Aunque el nuevo régimen mantiene ciertos beneficios tributarios para las empresas agrarias, estos se han ajustado para evitar abusos. Por ejemplo, se plantea un impuesto a la renta corporativo escalonado, y condiciones más estrictas para acceder a beneficios fiscales.
1.3. Reglamentación complementaria
Además de la Ley N.º 31110, existen varios reglamentos y normas complementarias emitidos por el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Agricultura y SUNAFIL. Entre ellos:
Decreto Supremo N.º 005-2021-TR: reglamenta aspectos operativos del régimen agrario, incluyendo formatos de boletas, contratos y registro de trabajadores.
Resoluciones de SUNAFIL que establecen criterios para las inspecciones laborales en el sector agroindustrial.
Normas de ESSALUD y SUNAT que regulan la afiliación y aportes.
Estas disposiciones forman un ecosistema normativo que exige un enfoque multidisciplinario y proactivo por parte de la gerencia para su correcta implementación.
1.4. Implicancias estratégicas para las empresas agrarias
Para los gerentes de recursos humanos y áreas administrativas, esta ley representa un reto que trasciende el cumplimiento normativo: exige una reingeniería de procesos laborales, administrativos y financieros. Algunas implicancias clave:
Revisión y rediseño de contratos laborales.
Adaptación de sistemas de nómina y boletas de pago.
Implementación de auditorías internas de cumplimiento.
Capacitación continua del personal administrativo y de supervisión.
Fortalecimiento del gobierno corporativo en temas laborales.
1.5. Hacia una cultura de formalización sostenible
La Ley N.º 31110 no debe entenderse solo como una carga legal, sino como una oportunidad de transformar el sector agrícola hacia un modelo más sostenible, humano y productivo. El cumplimiento de la ley se traduce en:
Mejores relaciones laborales.
Mayor productividad.
Reducción de conflictos sociales.
Mejor reputación corporativa frente a clientes, inversionistas y stakeholders.
Conclusión:
La estructura legal del régimen agrario vigente a través de la Ley N.º 31110 representa un cambio profundo en la relación entre empleadores y trabajadores del sector agroindustrial. Para los líderes de empresas, comprenderla a fondo es una obligación ineludible y estratégica. La correcta implementación de esta ley no solo evita sanciones, sino que también posiciona a la organización como un referente de formalización, responsabilidad social y sostenibilidad laboral.

¿Qué elementos debe contener una boleta de pago agraria para cumplir con los requerimientos legales?
La boleta de pago es mucho más que un simple comprobante de ingreso para el trabajador. En el contexto del régimen laboral agrario peruano, regulado por la Ley N.º 31110 y sus reglamentos complementarios, la boleta de pago se convierte en un documento fundamental de carácter legal, probatorio y fiscal. Es una herramienta de transparencia que refleja la relación laboral y garantiza el acceso a los beneficios sociales establecidos en la normativa vigente.
Desde una perspectiva gerencial, entender la estructura y contenido obligatorio de este documento es vital. Su adecuada elaboración no solo asegura el cumplimiento legal, sino que evita sanciones por parte de SUNAFIL, mejora la percepción del trabajador respecto a la empresa y contribuye a una cultura laboral más profesional y formalizada.
2.1. Fundamento legal de la boleta de pago en el régimen agrario
La boleta de pago está regulada principalmente por:
Ley N.º 31110 (régimen agrario).
Decreto Supremo N.º 005-2021-TR, que detalla aspectos reglamentarios de la ley.
Ley de Productividad y Competitividad Laboral (D.S. N.º 003-97-TR).
Código Tributario y normas de SUNAT, que obligan a la conservación de documentación que sustente el pago de remuneraciones.
Reglamento de Inspecciones de SUNAFIL, que sanciona la falta de entrega o entrega incorrecta.
El incumplimiento de la entrega de boletas, la omisión de información o errores en su contenido puede acarrear multas que, en función del tamaño de la empresa y la gravedad, pueden ascender hasta 45 UIT (más de S/ 230,000 en 2025).
2.2. Elementos obligatorios de una boleta de pago agraria
A continuación, se detallan los componentes mínimos y obligatorios que debe incluir toda boleta de pago emitida bajo el régimen agrario:
a. Datos de identificación del empleador
Razón social o nombre completo.
Número de RUC.
Dirección fiscal o centro de operaciones.
Código de empleador registrado ante la SUNAT y ESSALUD, si aplica.
b. Datos de identificación del trabajador
Nombres y apellidos completos.
Número de Documento Nacional de Identidad (DNI) o Carné de Extranjería.
Cargo o función desempeñada.
Fecha de ingreso.
Tipo de contrato (a plazo fijo, indeterminado, por campaña, etc.).
Jornada laboral pactada (diaria, semanal, estacional, etc.).
c. Periodo de pago
Mes o quincena que corresponde a la remuneración.
Fecha de emisión de la boleta.
Fecha efectiva de pago.
d. Detalle de la remuneración
Remuneración básica.
Asignación familiar (si aplica).
Horas extras trabajadas y monto correspondiente.
Bonificaciones (por producción, nocturnidad, etc.).
Gratificaciones proporcionales (en caso de contratos temporales).
CTS proporcional (si corresponde en contratos de corta duración).
Otros ingresos: movilidad, alimentación, premios, entre otros.
e. Descuentos legales y voluntarios
Aporte a ESSALUD o seguro privado de salud (según aplique).
Aportes al sistema pensionario (ONP o AFP, incluyendo comisión y seguro).
Retenciones judiciales (alimentos u otros).
Adelantos de sueldo o préstamos.
Multas laborales (con sustento legal).
Otros descuentos autorizados por el trabajador por escrito.
f. Neto a pagar
Monto total que percibirá el trabajador después de deducciones.
Método de pago (efectivo, depósito en cuenta, transferencia).
g. Firma o conformidad
Espacio para la firma del trabajador como constancia de recepción (en caso de boleta física).
En el caso de boletas electrónicas, es obligatorio el uso de un sistema validado y con trazabilidad digital (correo enviado, código QR, etc.).
Puede incluir también la firma del empleador o del área de RRHH, aunque no es obligatorio.
2.3. Particularidades del régimen agrario en la boleta de pago
Una empresa sujeta al régimen laboral agrario debe reflejar en la boleta algunos aspectos específicos y distintivos que no aparecen en el régimen general:
a. Proporcionalidad de beneficios
Para trabajadores temporales, la gratificación y CTS se pueden pagar mensualmente de forma proporcional, lo cual debe estar debidamente especificado y desglosado. Si no se especifica, se presume que se está aplicando el régimen de pago acumulado (error frecuente que puede acarrear sanción).
b. Jornada acumulativa
Si el trabajador cumple una jornada acumulativa o atípica, debe indicarse esta condición junto con la jornada semanal promedio, para evitar conflictos legales por supuestas horas extras.
c. Bonos de productividad o estacionales
En el agro, es frecuente el pago de bonificaciones por rendimiento, productividad o estacionalidad. Estas deben figurar separadamente en la boleta, para evitar que se confundan con la remuneración ordinaria.
2.4. Recomendaciones para la gerencia de RRHH
Desde una óptica gerencial y estratégica, la emisión correcta de boletas de pago agrarias no es solo un asunto contable, sino una herramienta de gestión laboral y reputación empresarial. Algunas recomendaciones:
a. Digitalización del proceso
Implementar un sistema electrónico de emisión de boletas permite garantizar trazabilidad, disminuir errores humanos, facilitar el acceso para el trabajador y reducir los costos administrativos.
b. Capacitación constante
Capacitar al personal del área de nómina y a los supervisores de campo en la correcta interpretación del régimen agrario, para asegurar que cada pago esté debidamente sustentado y registrado.
c. Auditorías internas mensuales
Ejecutar revisiones internas que verifiquen:
Consistencia entre contrato, asistencia y pago.
Cálculo correcto de beneficios proporcionales.
Correspondencia entre pagos y jornadas trabajadas.
d. Comunicación con el trabajador
El trabajador agrario muchas veces tiene baja alfabetización digital o legal, por lo que es clave explicarle en términos simples su boleta, evitando desconfianza y posibles reclamos.
2.5. El rol de la boleta de pago como respaldo legal
La boleta de pago, debidamente firmada o con trazabilidad digital, tiene valor probatorio ante:
Inspecciones laborales de SUNAFIL.
Reclamaciones judiciales por pago incompleto.
Fiscalización tributaria.
Auditorías externas o certificaciones laborales.
Por tanto, debe ser archivada y respaldada durante 5 años como mínimo, en formato físico o digital.
Conclusión:
La correcta elaboración de una boleta de pago agraria, más allá del cumplimiento normativo, representa una poderosa declaración de compromiso con la formalidad, la justicia laboral y la transparencia empresarial. Para los líderes de recursos humanos y gerentes de empresas agrícolas, dominar su estructura y asegurar su emisión rigurosa es fundamental para construir relaciones laborales saludables, prevenir conflictos y fortalecer la reputación institucional.

¿Cómo influye el régimen agrario en los costos laborales de una empresa agrícola?
Hablar de costos laborales en el régimen agrario es abordar uno de los puntos más sensibles para cualquier empresa del sector agroindustrial, especialmente en un país como Perú, donde el agro es intensivo en mano de obra, volátil en productividad y dependiente de factores estacionales y climáticos. La Ley N.º 31110, que regula el nuevo régimen laboral agrario, ha redefinido la estructura de costos empresariales, obligando a muchas organizaciones a reconfigurar su estrategia financiera y de recursos humanos.
Para un gerente, comprender esta influencia va mucho más allá del cálculo contable. Se trata de entender cómo impacta en la competitividad, sostenibilidad, rentabilidad y reputación de su empresa. A continuación, analizamos en profundidad los diversos frentes desde los cuales este régimen incide en los costos laborales, y cómo puede abordarse de forma estratégica.
3.1. De la promoción a la responsabilidad: un cambio estructural
Hasta diciembre del 2020, las empresas agrícolas gozaban de un régimen especial bajo la Ley N.º 27360, que les otorgaba beneficios tributarios y laborales diferenciados. Los trabajadores agrarios recibían una remuneración integrada que incluía CTS, gratificaciones y otros beneficios de manera consolidada. Sin embargo, la Ley N.º 31110 eliminó esa modalidad simplificada y obligó a aplicar los beneficios de forma desagregada, como en el régimen general.
Este cambio se tradujo en un incremento directo del costo laboral unitario por trabajador, generando preocupación, especialmente entre las medianas y grandes agroexportadoras.
3.2. Estructura actual de costos laborales bajo la Ley N.º 31110
La carga económica por trabajador bajo el régimen agrario actual está compuesta por los siguientes elementos:
a. Remuneración básica
Es el pago mensual o diario base. No puede ser inferior a la Remuneración Mínima Vital (RMV). En 2025, esta asciende a S/ 1,150 mensuales, lo que representa un pago base de aproximadamente S/ 38 diarios (considerando 30 días calendario).
b. Gratificaciones (julio y diciembre)
El empleador debe pagar dos gratificaciones anuales equivalentes a un sueldo mensual completo cada una. Esto representa un 16.66% adicional del salario anual.
c. Compensación por Tiempo de Servicios (CTS)
La CTS se paga dos veces al año (mayo y noviembre) y equivale al 8.33% del salario anual, considerando la fórmula de cálculo legal.
d. Vacaciones
30 días de descanso por cada año completo de servicios. Representan otro 8.33% del salario anualizado.
e. Seguro social (EsSalud)
El aporte a ESSALUD equivale al 9% de la remuneración mensual. Este es un costo directo que antes no era plenamente exigible bajo la ley anterior.
f. Asignación familiar (si corresponde)
Equivale al 10% de la RMV, aplicable a trabajadores con hijos menores o en edad escolar, lo que suma S/ 115 mensuales por trabajador que califique.
g. Bonificaciones y productividad
En el agro es frecuente el uso de bonos por productividad, cumplimiento de metas o rendimientos en cosecha. Aunque no son obligatorios, representan un componente frecuente y creciente del costo laboral variable.
h. Costos adicionales no monetarios
Uniformes y equipos de protección.
Transporte y alimentación (en algunas regiones es obligatorio proveerlo).
Capacitación y cumplimiento normativo (SUNAFIL, salud, SST, etc.).
Costos asociados a planillas, software, y digitalización de procesos.
3.3. Comparación con el régimen anterior
Para un gerente financiero, una de las primeras preguntas es: ¿cuánto más estoy pagando ahora en comparación al régimen anterior?
Estudios realizados por gremios agroexportadores y firmas auditoras estiman que el costo laboral total por trabajador se ha incrementado entre un 28% y 35% respecto al régimen previo. Este incremento, si no es adecuadamente gestionado, puede:
Reducir márgenes de ganancia.
Incrementar el precio del producto final.
Disminuir la competitividad frente a mercados internacionales.
3.4. Impacto estacional: uno de los mayores retos
Uno de los grandes desafíos de las empresas agrícolas es que la mayoría del personal es temporal o estacional. Eso significa que la rotación es alta y el costo administrativo de cumplimiento por cada trabajador se multiplica, ya que hay que:
Firmar contratos por campaña.
Registrar en planillas temporalmente.
Pagar beneficios proporcionales (CTS, gratificaciones, vacaciones).
Emitir boletas individuales, incluso si solo trabajó días específicos.
Esto eleva los costos indirectos, especialmente en empresas con una alta rotación o con picos estacionales marcados como la uva, el espárrago, el arándano o el mango.
3.5. Oportunidades estratégicas para mitigar el impacto
Pese al incremento de costos, existen estrategias clave que los gerentes pueden implementar para mitigar el impacto financiero del régimen agrario:
a. Digitalización de procesos laborales
Implementar plataformas tecnológicas como WORKI 360 para automatizar:
Contratos y planillas.
Emisión y distribución de boletas digitales.
Cálculos automáticos de beneficios proporcionales.
Gestión documental.
Esto no solo reduce errores, sino que también baja costos administrativos, mejora el control y evita multas por omisión de documentos laborales.
b. Optimización de la productividad laboral
Si el costo por trabajador sube, la estrategia es elevar la productividad. Esto implica:
Capacitación continua.
Implementación de sistemas de medición de desempeño.
Diseño de bonos de productividad bien estructurados.
c. Diseño inteligente de contratos temporales
El régimen permite contratos por campaña o por necesidad de mercado. Bien estructurados y planificados, permiten evitar sobrecostos, especialmente en temporadas bajas.
d. Tercerización estratégica
Aunque controversial, algunas empresas optan por tercerizar ciertas funciones específicas (como cosecha o empaque), lo que traslada parte de la carga laboral a otra organización. Esto debe hacerse con cuidado, respetando la ley, para evitar contingencias legales por desnaturalización de contratos.
e. Planeamiento financiero anual
Incluir el régimen agrario como una línea clave en la planificación financiera y presupuestaria anual, permitiendo ajustar márgenes, precios de venta y negociaciones con clientes.
3.6. Más allá del costo: una inversión en sostenibilidad
Si bien el régimen agrario ha aumentado los costos laborales, también ha traído consigo una mayor formalización, acceso a beneficios para los trabajadores y mejora en la imagen de las empresas.
Invertir en cumplimiento no es un gasto: es una estrategia de sostenibilidad, que atrae mejores talentos, reduce conflictos laborales, y posiciona a la empresa como socialmente responsable frente a inversionistas, certificadoras internacionales y clientes del extranjero.
Conclusión:
El régimen agrario vigente ha generado un impacto directo y significativo en los costos laborales de las empresas agrícolas. Sin embargo, las organizaciones que adopten un enfoque estratégico, con tecnología, optimización de procesos y foco en la productividad, podrán no solo adaptarse, sino convertir este reto en una ventaja competitiva.
La clave no está en reducir costos a costa del trabajador, sino en gestionar con inteligencia, previsión y herramientas tecnológicas, para convertir el cumplimiento legal en un motor de crecimiento sostenible.

¿Qué auditorías internas se pueden implementar para asegurar el cumplimiento del régimen agrario?
Implementar auditorías internas para asegurar el cumplimiento del régimen agrario no es una opción, sino una necesidad estratégica para cualquier empresa agrícola que quiera operar con eficiencia, integridad y sostenibilidad. Con la entrada en vigor de la Ley N.º 31110, el marco legal se ha vuelto más riguroso, y la fiscalización por parte de SUNAFIL ha aumentado en intensidad y alcance. Las empresas que no están preparadas se exponen a sanciones económicas, pérdida de reputación y conflictos laborales.
Desde una perspectiva gerencial, la auditoría interna ya no debe ser vista únicamente como un ejercicio contable o una verificación documental. En el contexto agrario, debe ser un proceso proactivo, multidisciplinario y transversal, que abarque desde la contratación, la emisión de boletas de pago, hasta la gestión de beneficios y los aspectos tecnológicos que soportan la relación laboral.
A continuación, se expone una hoja de ruta completa y detallada sobre las auditorías internas que deben implementarse para garantizar el cumplimiento del régimen agrario.
4.1. Auditoría de documentación laboral
La primera línea de defensa es una revisión documental periódica de toda la información relacionada con los trabajadores agrarios. Esto incluye:
a. Contratos de trabajo
Verificar que todos los contratos estén por escrito, firmados por ambas partes y registrados.
Validar que el tipo de contrato (temporal, a plazo fijo, por campaña, etc.) corresponda realmente al puesto y la duración del servicio.
Confirmar que los contratos estén alineados con la legislación vigente y contengan las cláusulas mínimas exigidas.
b. Boletas de pago
Revisar que se emitan en tiempo y forma (quincenal o mensual).
Confirmar que contengan todos los elementos exigidos por ley (remuneración básica, beneficios proporcionales, descuentos legales, etc.).
Validar que las firmas del trabajador o la trazabilidad digital estén presentes.
c. Fichas de ingreso y legajo personal
Validar que cada trabajador tenga su ficha con información actualizada (DNI, datos familiares, antecedentes, etc.).
Revisar que se haya registrado en planilla y en sistemas como T-Registro.
4.2. Auditoría de cálculo de beneficios sociales
Uno de los puntos más fiscalizados por SUNAFIL son los errores en los cálculos de CTS, gratificaciones, vacaciones y otros beneficios. Una auditoría interna debe revisar:
a. CTS y Gratificaciones
Comprobación del cálculo correcto en función de los días trabajados y el tipo de contrato.
Validación del depósito en la entidad financiera dentro del plazo legal.
b. Vacaciones
Verificación de los días acumulados y el goce efectivo del descanso.
Confirmación del pago correspondiente si se trata de vacaciones truncas o no gozadas.
c. Asignación familiar
Verificar si el trabajador tiene hijos menores o en edad escolar y si se le está pagando el 10% de la RMV.
4.3. Auditoría de cumplimiento normativo con SUNAFIL y otros organismos
Toda empresa agraria debe implementar un sistema de cumplimiento laboral que contemple:
a. Verificación de inscripción y actualización en el T-Registro
Confirmar que todos los trabajadores estén registrados desde el primer día de labores.
b. Revisión de declaraciones mensuales
Comparar el número de trabajadores declarados ante SUNAT y ESSALUD con la realidad operativa.
Revisar si hay trabajadores omitidos o que no figuran en las planillas electrónicas.
c. Evaluación de fiscalizaciones anteriores
Analizar informes o actas de inspecciones pasadas para identificar riesgos recurrentes o recomendaciones no implementadas.
4.4. Auditoría de jornada laboral y asistencia
La legislación exige que la jornada laboral no exceda las 48 horas semanales y permite jornadas atípicas si se pactan por escrito. Es clave:
a. Control de asistencia
Verificar que se use un sistema de control confiable (biométrico, digital, manual con respaldo).
Confirmar que no haya inconsistencias entre el horario pactado y el registrado.
b. Horas extras
Revisar que el pago de horas extras esté bien calculado y debidamente autorizado.
Validar que no haya exceso de horas que vulnere la jornada máxima.
4.5. Auditoría de procesos tecnológicos y digitales
En la era de la transformación digital, muchas empresas agrícolas están migrando a soluciones como WORKI 360 para gestionar contratos, boletas, asistencia y beneficios. Una auditoría moderna debe evaluar:
a. Seguridad de los sistemas
Validación de acceso con roles definidos.
Protección de la información personal del trabajador.
b. Integridad de la data
Comparar la información del sistema con los reportes físicos o manuales.
Validar que no existan registros duplicados, manipulados o incompletos.
c. Trazabilidad de comunicaciones
Confirmar que las boletas electrónicas hayan sido correctamente entregadas por correo, sistema interno o app.
Revisar logs de envíos, rechazos o no entregados.
4.6. Auditoría de clima y percepción laboral
Aunque suele ser un aspecto "blando", la percepción de los trabajadores sobre el cumplimiento de sus derechos puede derivar en conflictos colectivos. Recomendamos:
a. Encuestas internas de satisfacción laboral
Incluir preguntas sobre claridad en el pago, comprensión de la boleta, respeto de la jornada, etc.
b. Entrevistas con supervisores de campo
Para identificar prácticas informales, pagos fuera de planilla o malentendidos operativos.
4.7. Informe de auditoría y plan de acción
Una auditoría eficaz debe cerrarse con:
Un informe técnico que detalle hallazgos, riesgos y áreas críticas.
Un plan de acción con responsables, plazos y métricas de seguimiento.
Una reunión con gerencia para definir las decisiones estratégicas correctivas.
4.8. Frecuencia recomendada de auditorías
Según el tamaño y ritmo operativo de la empresa, se recomienda:
Auditorías mensuales en temporadas de alta contratación.
Auditorías trimestrales en procesos administrativos.
Auditoría anual integral de cumplimiento total con el régimen agrario.
Conclusión:
Las auditorías internas en el contexto del régimen agrario no son solo una herramienta de control, sino una palanca para prevenir sanciones, mejorar procesos y fortalecer la cultura organizacional. Un gerente que impulsa estas prácticas demuestra visión, responsabilidad y liderazgo. En el entorno actual, donde la fiscalización es más intensa y la opinión pública más exigente, invertir en auditorías laborales internas es, sin duda, una decisión estratégica para garantizar sostenibilidad y competitividad.

¿Qué errores comunes se cometen en la emisión de boletas en el régimen agrario?
Emitir boletas de pago bajo el régimen agrario puede parecer, a simple vista, un proceso rutinario y administrativo. Sin embargo, en la práctica, es uno de los aspectos más sensibles y fiscalizados por las autoridades laborales, particularmente por SUNAFIL, en el marco del cumplimiento de la Ley N.º 31110.
Cuando hablamos de errores en la emisión de boletas, no nos referimos únicamente a fallos técnicos o errores de tipeo. En el contexto de una empresa agrícola, un error en la boleta de pago puede derivar en sanciones millonarias, conflictos laborales, demandas judiciales y daños reputacionales. Es por ello que el área de Recursos Humanos, con el respaldo de la gerencia, debe conocer estos errores para corregirlos de raíz y establecer mecanismos de control que aseguren cumplimiento y confianza.
A continuación, exploramos los errores más comunes, sus consecuencias y cómo prevenirlos de forma estructurada.
5.1. Error #1: Boletas incompletas o sin desglosar beneficios
Muchas empresas agrícolas, especialmente en regiones rurales, no desglosan correctamente los conceptos remunerativos dentro de la boleta de pago. Este es uno de los errores más frecuentes y peligrosos.
Ejemplo:
En lugar de separar remuneración básica, gratificación proporcional, CTS y asignación familiar, todo se presenta como un monto global o bajo el concepto "sueldo neto".
¿Por qué es un problema?
Porque impide que el trabajador conozca claramente cómo se calculan sus beneficios, y también limita la trazabilidad legal y tributaria. Ante una inspección, SUNAFIL puede interpretar que esos beneficios no se están pagando correctamente, lo que conlleva multas graves.
Solución:
Implementar formatos de boletas claros, digitalizados o automatizados (como con plataformas tipo WORKI 360), con campos obligatorios para cada tipo de ingreso y deducción, incluyendo bonificaciones, horas extras y beneficios proporcionales.
5.2. Error #2: No emitir boletas para trabajadores eventuales o temporales
Muchas empresas, por desconocimiento o por presión operativa, solo emiten boletas de pago para el personal permanente o mensual, y omiten hacerlo para trabajadores contratados por días, semanas o campañas.
Ejemplo:
Durante la cosecha, se contratan 300 personas por 20 días. Al concluir, se les paga en efectivo, pero no se entrega boleta.
¿Por qué es un problema?
Porque la ley exige que todo trabajador, sin importar la duración del contrato, reciba una boleta de pago. La omisión es considerada una infracción muy grave por SUNAFIL.
Además, en caso de conflicto, el trabajador puede alegar pagos incompletos y la empresa no tendrá cómo defenderse legalmente.
Solución:
Diseñar procesos internos que permitan la emisión ágil de boletas, incluso para contrataciones masivas de corta duración. Utilizar sistemas de nómina automatizados que se integren con la base de datos de contratación temporal.
5.3. Error #3: Errores en el cálculo de beneficios proporcionales
Uno de los aspectos más técnicos del régimen agrario es el cálculo proporcional de beneficios como CTS, gratificación y vacaciones, especialmente para contratos cortos o de campañas.
Problemas comunes:
Usar porcentajes erróneos para el cálculo proporcional.
Incluir o excluir conceptos de forma incorrecta en la base de cálculo.
No aplicar el cálculo proporcional cuando corresponde.
¿Por qué es grave?
Porque se genera subpago de beneficios, lo que puede originar reclamos, inspecciones y sanciones por no cumplir con los derechos mínimos del trabajador.
Solución:
Capacitar al equipo de RRHH en el régimen agrario y estandarizar las fórmulas de cálculo. Idealmente, usar software de nómina especializado que automatice estos cálculos con base en la normativa vigente.
5.4. Error #4: Falta de firma o confirmación de recepción
Otra falla frecuente es que las boletas no cuentan con la firma del trabajador (en formato físico) o no tienen trazabilidad digital (en el caso de boletas electrónicas).
¿Qué ocurre?
En caso de reclamo, el trabajador puede decir que nunca recibió su boleta, y si la empresa no tiene pruebas de entrega o conformidad, pierde fuerza legal.
Solución:
En boletas físicas: establecer protocolos para la firma presencial, con testigos si es necesario.
En boletas digitales: asegurar que el sistema registre la fecha, hora y correo de entrega. Plataformas como WORKI 360 permiten seguimiento y confirmación automática de recepción.
5.5. Error #5: Descuentos ilegales o sin sustento
Algunas empresas cometen el error de aplicar descuentos por tardanzas, uniformes, herramientas, o préstamos sin autorización expresa del trabajador, o sin sustento legal.
¿Por qué es riesgoso?
Porque la ley prohíbe todo tipo de descuento no autorizado o no pactado previamente, y SUNAFIL puede considerarlo como vulneración de derechos fundamentales.
Solución:
Mantener autorizaciones escritas y firmadas para todo tipo de descuento voluntario.
No aplicar deducciones por materiales de trabajo.
Contar con un comité de revisión para casos excepcionales.
5.6. Error #6: No incluir información obligatoria
Muchas boletas omiten información clave como:
Fecha de ingreso del trabajador.
Cargo desempeñado.
Tipo de jornada.
Periodo que corresponde al pago.
Estas omisiones dificultan las auditorías y son señaladas como irregularidades.
Solución:
Adoptar formatos validados por el área legal y alineados a la normativa. Verificar mensualmente una muestra aleatoria de boletas para garantizar consistencia.
5.7. Error #7: Emitir boletas con conceptos engañosos o confusos
Algunas empresas incluyen conceptos como "bono voluntario", "apoyo económico" o "pago simbólico", sin sustento legal ni contrato.
Esto puede ser interpretado por SUNAFIL como una forma de ocultar remuneraciones, lo que conlleva sanciones por evasión de beneficios.
Solución:
Evitar conceptos ambiguos.
Cualquier bono debe estar documentado, con criterios claros de otorgamiento.
Incluir siempre si el bono es remunerativo o no remunerativo.
5.8. Error #8: Conservación inadecuada de las boletas
La ley exige conservar las boletas durante al menos 5 años, pero muchas empresas no tienen un sistema ordenado, especialmente en entornos rurales o en zonas con baja conectividad.
Solución:
Migrar a sistemas digitales con respaldo en la nube, generar reportes mensuales y establecer controles de archivo físico o digital, según corresponda.
Conclusión:
Los errores en la emisión de boletas de pago dentro del régimen agrario no son meros descuidos administrativos: son riesgos legales, financieros y reputacionales que toda empresa debe prevenir. Para un gerente, esto implica más que delegar tareas al área de nómina; se trata de construir una cultura organizacional basada en la transparencia, el cumplimiento normativo y el respeto a los derechos laborales.
La correcta emisión de boletas es una herramienta de formalización y una ventaja competitiva en el agro moderno.

¿Cómo puede la transformación digital mejorar la emisión de boletas agrarias?
La transformación digital ya no es una tendencia, sino una exigencia del mercado y una herramienta vital para las empresas agrícolas que quieren sobrevivir y prosperar en un entorno regulado, competitivo y dinámico. En particular, la emisión de boletas de pago bajo el régimen laboral agrario —regulado por la Ley N.º 31110— representa uno de los procesos más críticos que pueden ser completamente optimizados a través de soluciones tecnológicas.
Desde la perspectiva de un gerente general, director de RRHH o responsable de cumplimiento, entender cómo la digitalización transforma este proceso permite no solo evitar sanciones, sino también lograr ahorros operativos, mayor transparencia y eficiencia, y una mejora sustancial en la percepción de los trabajadores sobre la organización.
6.1. De lo manual a lo automatizado: un cambio cultural y estratégico
Tradicionalmente, muchas empresas agrarias —sobre todo en zonas rurales— han manejado la emisión de boletas de forma manual o semimanual, utilizando hojas de cálculo, formatos impresos y procesos descentralizados. Esta modalidad no solo es susceptible a errores humanos, sino que además:
Dificulta el cumplimiento de la normativa vigente.
Genera sobrecostos administrativos.
Limita la trazabilidad y respaldo legal de los pagos realizados.
Aumenta la posibilidad de reclamos laborales y sanciones de SUNAFIL.
La transformación digital rompe ese paradigma al permitir la automatización, estandarización y trazabilidad completa del proceso de generación y entrega de boletas, desde el cálculo de remuneraciones hasta el archivo digital de documentos.
6.2. Beneficios clave de digitalizar la emisión de boletas agrarias
A continuación, exploramos los principales beneficios estratégicos de adoptar tecnologías para la emisión de boletas en el régimen agrario:
a. Cumplimiento normativo automatizado
Las plataformas digitales modernas integran las fórmulas legales necesarias para:
Cálculo proporcional de CTS, gratificación y vacaciones.
Inclusión automática de asignación familiar.
Deducciones legales (ONP, AFP, ESSALUD).
Estructuración de la boleta conforme a los lineamientos del Ministerio de Trabajo.
Esto minimiza el margen de error humano y asegura que la empresa cumpla con la normativa vigente, incluso ante actualizaciones legales.
b. Reducción de errores y omisiones
Con sistemas digitales, se eliminan errores comunes como:
Boletas sin firma o sin fecha.
Ingreso manual incorrecto de datos.
Omisión de conceptos remunerativos.
Duplicidad o pérdida de boletas físicas.
La precisión en el cálculo y la estandarización del formato mejoran la confianza del trabajador y la seguridad legal de la empresa.
c. Ahorro en tiempo y recursos
Digitalizar este proceso implica:
Menor carga operativa para RRHH.
Menor gasto en papel, impresiones, transporte y archivo.
Más tiempo para tareas estratégicas como desarrollo organizacional y bienestar laboral.
Los ahorros operativos pueden representar hasta un 30% en costos administrativos, según estudios realizados por firmas de transformación digital en el sector agroindustrial.
d. Accesibilidad y trazabilidad total
Plataformas como WORKI 360 permiten que:
El trabajador acceda a su boleta desde su celular o correo electrónico.
Cada boleta tenga un registro de envío, recepción y lectura.
Existan respaldos automáticos en la nube, con firma electrónica o códigos QR de validación.
Esta trazabilidad es clave para enfrentar inspecciones laborales, auditorías internas o reclamos judiciales.
e. Integración con sistemas contables y de asistencia
Una solución digital no debe estar aislada. Debe integrarse con:
Control de asistencia (biométrico, móvil, GPS).
Sistemas contables o ERP.
Software de recursos humanos.
Esto permite una visión 360° del ciclo laboral, desde el ingreso del trabajador hasta el cálculo automático de su liquidación final.
f. Mejora en la experiencia del trabajador
Cuando el trabajador recibe su boleta clara, a tiempo y entendible, se reduce la fricción laboral. Esto genera:
Mayor percepción de formalidad.
Menores reclamos y desconfianza.
Mejora en el clima organizacional.
En zonas rurales, donde la informalidad es alta, esta práctica contribuye a educar al trabajador sobre sus derechos y a fortalecer su vínculo con la empresa.
6.3. Características que debe tener una solución digital ideal
Para que un sistema digital de emisión de boletas sea efectivo en el régimen agrario, debe cumplir con ciertos criterios:
a. Adaptabilidad legal
Que esté actualizado con las exigencias del régimen agrario y pueda ajustarse automáticamente a cambios normativos futuros.
b. Multiplataforma y amigable
Debe poder usarse en computadoras, tablets o smartphones, incluso en zonas con conectividad limitada.
c. Escalable y modular
Idealmente, debe permitir agregar funcionalidades como control de asistencia, gestión documental, reportes de SUNAFIL o integraciones con SUNAT y bancos.
d. Soporte y seguridad
El proveedor debe ofrecer soporte técnico, capacitación al equipo de RRHH y contar con protocolos de ciberseguridad, respaldo de datos y cumplimiento de la Ley de Protección de Datos Personales.
6.4. Casos de uso exitosos en el agro
Varias empresas del sector agroexportador han implementado sistemas digitales integrados con excelentes resultados. Por ejemplo:
Empresas de uva y arándano en Ica han reducido en un 80% los errores en boletas de pago.
Agroindustrias del norte han logrado emitir más de 10,000 boletas electrónicas en una semana de cosecha, sin errores, y con total trazabilidad.
Algunas empresas han automatizado la entrega de boletas vía WhatsApp Business, reduciendo la fricción en zonas con poca alfabetización digital.
6.5. Riesgos de no digitalizar el proceso
Las empresas que aún gestionan boletas de forma manual enfrentan riesgos crecientes:
Multas de hasta S/ 240,000 (45 UIT) por boletas mal emitidas o no entregadas.
Denuncias laborales colectivas.
Pérdida de certificaciones de sostenibilidad o comercio justo.
Rechazo de auditorías internacionales o de clientes del exterior.
Deterioro en el clima laboral y la rotación masiva de personal.
Conclusión:
La transformación digital aplicada a la emisión de boletas agrarias no solo es una medida de eficiencia operativa, sino una decisión estratégica que impacta directamente en la legalidad, sostenibilidad y competitividad de la empresa agrícola. Aquellas organizaciones que implementan soluciones tecnológicas modernas no solo evitan sanciones, sino que ganan control, transparencia y confianza de sus trabajadores y de sus stakeholders.
Digitalizar no es automatizar por automatizar. Es profesionalizar la gestión laboral agraria y posicionarse como una empresa moderna, responsable y preparada para los desafíos del futuro.

¿Qué procesos de onboarding deben considerar el régimen agrario?
En el competitivo y altamente regulado sector agroindustrial peruano, donde el régimen agrario (Ley N.º 31110) establece normas específicas sobre contratación, remuneración, jornada laboral y beneficios sociales, el proceso de onboarding no puede ser improvisado. Al contrario, debe ser estratégico, legalmente sólido y culturalmente adaptado a las condiciones del agro: alta rotación, contratación estacional, múltiples locaciones, trabajadores con diversos niveles de alfabetización y condiciones laborales exigentes.
Para los líderes de Recursos Humanos y directivos del sector, el onboarding ya no es solo un conjunto de tareas administrativas. Es una fase crítica de formalización, educación y cumplimiento normativo, que tiene un impacto directo en la productividad, la retención del talento y en la reducción de sanciones legales por errores en la contratación.
A continuación, exploraremos qué elementos debe incluir un proceso de onboarding eficaz y alineado con las exigencias del régimen agrario.
7.1. El onboarding en el agro: una necesidad estratégica
En empresas agrícolas donde cientos o miles de trabajadores se incorporan por campaña, cosecha o periodos de alta producción, el onboarding debe:
Cumplir con todos los requisitos legales.
Asegurar que cada trabajador comprenda su rol y derechos.
Reducir los tiempos de adaptación al puesto.
Fortalecer la cultura de formalización y confianza.
Un proceso de incorporación mal ejecutado puede llevar a:
Contratos mal firmados o fuera de plazo.
Trabajadores no registrados en planilla.
Boletas de pago sin sustento legal.
Multas por incumplimiento de SUNAFIL.
7.2. Componentes esenciales del onboarding según el régimen agrario
A continuación, detallamos los pasos y componentes que toda empresa agrícola debería implementar como parte de su proceso de onboarding adaptado al régimen agrario:
a. Verificación y recolección de documentación previa
Antes del ingreso formal, se debe verificar que el trabajador presente:
Documento Nacional de Identidad (DNI) vigente.
Copia del acta de nacimiento de hijos (si aplica para asignación familiar).
Certificados médicos ocupacionales (según tipo de trabajo).
En caso de extranjeros: carné de extranjería, permiso de trabajo, etc.
Importante: Toda esta documentación debe digitalizarse y almacenarse como respaldo legal. Herramientas como WORKI 360 permiten registrar estos documentos de forma ordenada y accesible.
b. Firma del contrato bajo parámetros del régimen agrario
El contrato debe firmarse antes del inicio de labores, y debe especificar:
Duración (a plazo fijo, por campaña, temporal, etc.).
Condiciones de trabajo (jornada, funciones, lugar).
Remuneración y beneficios proporcionales según ley agraria.
Régimen aplicable: Ley N.º 31110.
Error común: permitir que el trabajador empiece a laborar sin firmar contrato, lo que convierte la relación en indeterminada y puede acarrear contingencias legales.
c. Registro inmediato en planilla y T-Registro
Una vez firmado el contrato, se debe proceder al:
Registro en planilla electrónica.
Alta en el T-Registro y en el sistema de ESSALUD.
Inclusión en el sistema de pensiones (ONP o AFP).
Recomendación: Automatizar este proceso a través de sistemas integrados que emitan alertas para RRHH y eviten olvidos o retrasos.
d. Inducción legal y operativa
Este paso es muchas veces olvidado en el agro, pero es clave. La inducción debe incluir:
Explicación clara (en lenguaje accesible) de los derechos y deberes del trabajador según el régimen agrario.
Detalle de cómo se calcularán sus beneficios (CTS, gratificación, vacaciones, etc.).
Información sobre cómo y cuándo recibirá su boleta de pago.
Indicación sobre cómo registrar reclamos o incidencias.
Explicación sobre protocolos de seguridad y salud.
Tip: Usar material audiovisual, infografías o incluso sesiones en quechua o lenguas locales puede marcar una gran diferencia.
e. Asignación de equipo, EPP y materiales
Todo trabajador debe recibir su equipo de protección personal (EPP), herramientas de trabajo y uniforme, si aplica. Este paso debe:
Ser registrado por escrito.
Estar documentado con actas de entrega.
No debe implicar ningún tipo de descuento, salvo autorización escrita.
f. Registro de asistencia desde el primer día
El control de asistencia es uno de los puntos más sensibles en la fiscalización del régimen agrario. Es indispensable que el trabajador quede habilitado para registrar:
Hora de ingreso y salida.
Pausas de descanso (si aplica).
Ausencias, tardanzas y horas extras.
Importante: En empresas grandes o con varias sedes, lo ideal es utilizar sistemas digitales con biometría, GPS o códigos QR.
7.3. ¿Qué errores se deben evitar en el onboarding agrario?
En empresas con alto volumen de contratación, los siguientes errores son recurrentes:
Permitir que el trabajador ingrese sin firmar contrato.
No registrar al trabajador en planilla el mismo día de inicio.
No entregar copia del contrato al trabajador.
No explicarle al trabajador cómo leer su boleta de pago.
No identificar si el trabajador califica para asignación familiar.
No contar con respaldo documental de inducción o entrega de EPP.
7.4. Ventajas estratégicas de un buen proceso de onboarding en el agro
Implementar un onboarding eficiente y legalmente robusto trae beneficios tanto inmediatos como a largo plazo:
a. Prevención de sanciones
Reduce la posibilidad de multas por parte de SUNAFIL y ESSALUD, ya que todos los procesos de incorporación están documentados y alineados a la ley.
b. Reducción de rotación
Un trabajador bien recibido, informado y valorado tiene más probabilidades de comprometerse con la empresa, incluso en contextos de alta estacionalidad.
c. Mejora del clima laboral
El onboarding es el primer contacto formal con la cultura de la empresa. Si este contacto es respetuoso y bien organizado, se fomenta la confianza y el sentido de pertenencia.
d. Fortalecimiento de la imagen corporativa
Especialmente ante auditorías externas, certificadoras (como Fair Trade, Global GAP, etc.) o inversionistas, un proceso estructurado y documentado de onboarding es una señal clara de formalidad y responsabilidad empresarial.
7.5. Rol de la tecnología en el onboarding agrario
La digitalización puede transformar por completo la experiencia del onboarding, incluso en zonas rurales. Plataformas como WORKI 360 permiten:
Registrar a los trabajadores desde un celular con cámara.
Firmar contratos digitalmente con trazabilidad.
Cargar documentos directamente desde campo.
Generar reportes de cumplimiento en tiempo real.
Personalizar la inducción con videos o PDFs explicativos.
Conclusión:
El proceso de onboarding en el régimen agrario no puede seguir siendo un trámite informal o un simple “registro de ingreso”. Debe convertirse en una herramienta de formalización, cultura y cumplimiento legal. Las empresas que estructuran esta etapa con precisión, tecnología y orientación humana reducen riesgos, fortalecen su reputación y mejoran su relación con los trabajadores desde el primer contacto.
En el agro moderno, un buen inicio no solo marca la diferencia, la garantiza.

¿Qué implicancias tiene el régimen agrario para la tercerización de servicios?
La tercerización ha sido, históricamente, una práctica habitual en el sector agrícola peruano, especialmente en actividades intensivas como la cosecha, el embalaje o el transporte de productos. Muchas empresas del agro la han visto como una forma de reducir costos laborales, flexibilizar la contratación y gestionar picos de demanda estacional. Sin embargo, la entrada en vigencia de la Ley N.º 31110 y sus normativas complementarias, enmarcadas dentro de un escenario de mayor fiscalización laboral, ha cambiado significativamente las reglas del juego.
Hoy, tercerizar no es solo una decisión operativa, sino una estrategia que debe estar alineada con los límites legales, éticos y económicos del régimen agrario. Cualquier error en la estructuración de esta práctica puede derivar en contingencias laborales, juicios colectivos, pérdida de certificaciones y sanciones económicas severas.
En este contexto, los gerentes deben comprender profundamente qué se puede tercerizar, qué no, cómo hacerlo correctamente y qué responsabilidades subsisten aún cuando la empresa no sea el empleador directo.
8.1. ¿Qué se entiende por tercerización en el agro?
La tercerización es la contratación de una empresa externa (proveedor de servicios) para que ejecute determinadas funciones dentro de la organización principal, con su propio personal y bajo su supervisión. En el agro, suele aplicarse en:
Cosecha de cultivos.
Servicios de riego o fumigación.
Transporte interno de productos.
Empaque y selección de frutas.
Vigilancia y limpieza de fundos.
El problema surge cuando se desnaturaliza la tercerización, es decir, cuando:
El personal tercerizado realiza labores propias del núcleo del negocio.
La empresa contratante supervisa directamente al personal tercerizado.
El personal externo trabaja de forma exclusiva y permanente en la empresa principal.
La empresa proveedora es un "cascarón" sin recursos propios ni autonomía.
8.2. Marco legal vigente: tercerización bajo la lupa
Si bien la Ley N.º 31110 regula el régimen agrario, la tercerización se encuentra regulada principalmente por la Ley N.º 29245 y su reglamento (D.S. N.º 006-2008-TR). Esta normativa establece criterios claros sobre cuándo una tercerización es válida y cuándo puede ser considerada como una relación laboral encubierta.
Además, la Sentencia del Tribunal Constitucional (2023) y resoluciones de SUNAFIL han reforzado la idea de que no se puede tercerizar el núcleo del negocio, especialmente en sectores como el agro, donde el “core business” está muy bien definido.
8.3. Implicancias directas para las empresas agrarias
Tercerizar dentro del régimen agrario tiene implicancias directas en tres niveles: legal, operativo y reputacional.
a. Implicancias legales
Solidaridad en obligaciones laborales: Si la empresa proveedora no paga los beneficios (CTS, gratificaciones, vacaciones, ESSALUD), la empresa contratante es solidariamente responsable.
Multas por desnaturalización: SUNAFIL puede imponer multas de hasta 45 UIT (más de S/ 240,000) por prácticas irregulares de tercerización.
Reincorporación de trabajadores: Si se prueba que hubo relación directa, el trabajador puede demandar ser incorporado a la planilla de la empresa principal.
Juicios colectivos: En muchos casos, se generan demandas masivas de trabajadores tercerizados que reclaman sueldos impagos o beneficios omitidos.
b. Implicancias operativas
Falta de control real: Si el proveedor no tiene procesos internos robustos, puede afectar la calidad, seguridad y tiempos de la operación.
Rotación y desmotivación: Trabajadores tercerizados mal gestionados tienden a tener baja lealtad, mayor rotación y menor compromiso.
Dependencia excesiva: En campañas intensas, la empresa puede quedar “atrapada” con proveedores informales o poco confiables.
c. Implicancias reputacionales
Pérdida de certificaciones: Organizaciones como Global GAP, Fair Trade o auditorías de clientes internacionales penalizan el uso de personal tercerizado sin derechos laborales garantizados.
Impacto mediático y social: En un entorno donde el agro está en el radar público y gubernamental, una denuncia colectiva puede afectar gravemente la marca empleadora y el valor reputacional de la empresa.
8.4. ¿Qué se puede tercerizar bajo el régimen agrario?
La ley permite la tercerización siempre que se cumplan ciertas condiciones, entre ellas:
La empresa proveedora debe tener autonomía técnica, económica y organizativa.
Debe asumir la supervisión directa del personal contratado.
El servicio debe estar claramente definido, con objetivos y plazos delimitados.
El servicio no debe ser parte del núcleo principal del negocio.
En el agro, algunas actividades que pueden tercerizarse válidamente (si se cumplen los requisitos) incluyen:
Seguridad y vigilancia.
Limpieza de campos.
Mantenimiento de maquinaria.
Servicios logísticos o transporte de insumos.
Atención: actividades como la cosecha, el cultivo o el empaquetado de productos suelen considerarse parte del núcleo del negocio, por lo que su tercerización requiere mayor cuidado y justificación legal.
8.5. Buenas prácticas para una tercerización segura en el agro
Para que una empresa agrícola tercerice de forma segura, debe:
a. Realizar una auditoría legal previa
Antes de firmar el contrato, se debe:
Verificar el RUC y estado legal del proveedor.
Confirmar su registro en SUNAFIL como empresa formal.
Revisar antecedentes de cumplimiento con ESSALUD y SUNAT.
b. Establecer contratos claros y bien definidos
Especificar las obligaciones laborales del proveedor.
Incluir cláusulas de solidaridad, fiscalización y penalidades.
Indicar que el proveedor es responsable de entregar boletas, contratos y beneficios.
c. Supervisar sin interferir
La empresa contratante puede monitorear el resultado del servicio, pero no debe dar órdenes directas al personal tercerizado, ni fijar horarios, ni participar en la disciplina directa.
d. Exigir reportes periódicos
Relación de trabajadores asignados.
Boletas de pago emitidas.
Estado de aportes a ESSALUD, AFP u ONP.
e. Implementar un sistema digital de seguimiento
Plataformas como WORKI 360 permiten a las empresas controlar:
Contratos tercerizados.
Documentos de proveedores.
Registros de asistencia.
Cumplimiento de normas laborales.
8.6. Alternativas a la tercerización tradicional
En algunos casos, la tercerización no es viable o demasiado riesgosa, por lo que se pueden explorar opciones como:
Contratación temporal directa con contratos por campaña.
Bolsa de trabajo interna rotativa.
Acuerdos inter-empresariales de servicios colaborativos.
Estas modalidades, si bien implican más esfuerzo en términos de gestión, ofrecen mayor control, cumplimiento y sostenibilidad legal.
Conclusión:
La tercerización dentro del régimen agrario no es ilegal, pero requiere un altísimo nivel de cuidado, planificación y formalidad. Las empresas que la utilizan como herramienta para “bajar costos” sin un marco legal robusto están asumiendo un riesgo financiero, legal y reputacional innecesario.
Por el contrario, aquellas organizaciones que tercerizan con ética, control y transparencia, no solo se protegen de sanciones, sino que fortalecen su modelo de negocio, su compromiso social y su posición en el mercado agroexportador global.
Tercerizar en el agro es viable, pero solo si se hace bien.

¿Cómo asegurar la ética laboral mediante una correcta emisión de boletas?
En el entorno agroindustrial, la ética laboral ya no es un concepto abstracto ni una “buena intención”, sino una condición esencial para el crecimiento sostenible, la atracción de talento, la relación con comunidades y el cumplimiento de estándares internacionales de derechos humanos en el trabajo. Dentro de este marco, la boleta de pago —aparentemente un documento administrativo— se convierte en una herramienta concreta y poderosa para asegurar la ética, el respeto y la legalidad en la relación entre empresa y trabajador.
La Ley N.º 31110, que regula el régimen agrario en Perú, ha dado un giro normativo hacia el reconocimiento de derechos integrales para los trabajadores agrarios, obligando a las empresas a incorporar mecanismos más transparentes y humanizados en su gestión laboral. En este contexto, la emisión correcta, clara y oportuna de boletas de pago es una de las prácticas que, cuando se realiza adecuadamente, fortalece el compromiso ético de la empresa desde la raíz.
A continuación, explicamos cómo este documento puede ser el pilar de una gestión ética y socialmente responsable.
9.1. ¿Por qué la boleta de pago es una herramienta de ética laboral?
La boleta de pago no es simplemente un comprobante. Es:
Un documento legal que respalda la relación laboral.
Un medio de información clara para el trabajador.
Un registro que permite la fiscalización del cumplimiento de derechos.
Una señal de formalización y respeto mutuo.
Emitirla correctamente significa actuar con transparencia, responsabilidad y compromiso con el bienestar del trabajador. Omitirla, manipularla o confundirla equivale a vulnerar un principio ético básico: el derecho a conocer y recibir lo justo por el trabajo realizado.
9.2. Principios éticos que se promueven con la correcta emisión de boletas
Un proceso de emisión responsable de boletas de pago en el régimen agrario promueve los siguientes valores:
a. Transparencia
Permite al trabajador conocer cómo se compone su salario, qué descuentos se le aplican y qué beneficios está recibiendo. Este principio es clave para prevenir la desconfianza y los reclamos laborales innecesarios.
b. Equidad
Asegura que todos los trabajadores, sin importar su nivel educativo, cargo o condición migratoria, reciban el mismo trato legal y formal. La boleta es una prueba tangible de que no existen pagos "por fuera" o privilegios injustificados.
c. Justicia retributiva
Una boleta bien elaborada deja claro que el trabajador recibe lo que le corresponde por ley: CTS, gratificación, vacaciones, ESSALUD, etc. En un entorno donde muchos trabajadores agrarios han sido históricamente marginados del sistema formal, esto representa una forma concreta de justicia laboral.
d. Responsabilidad
La empresa asume públicamente su deber de pagar conforme a la ley y demostrarlo. Esto genera confianza no solo en los trabajadores, sino también en clientes, certificadoras y entidades del Estado.
9.3. Prácticas concretas para asegurar ética laboral mediante boletas de pago
a. Emisión puntual y sin excepción
Cada trabajador debe recibir su boleta en el mismo momento que se le paga, sin excusas ni retrasos, sin importar si su contrato es de un día o de todo un año.
Ética es respetar el tiempo y trabajo de todos por igual.
b. Formato claro y comprensible
Evitar el uso de códigos, términos ambiguos o abreviaciones que dificulten la comprensión. Se recomienda que la boleta tenga:
Campos bien definidos.
Desglose de todos los beneficios legales.
Lenguaje accesible, incluso para personas con bajo nivel de alfabetización.
c. Comunicación y orientación al trabajador
La empresa debe enseñar a leer la boleta, explicar su contenido y habilitar canales donde el trabajador pueda:
Consultar dudas.
Solicitar copias.
Reportar errores o incongruencias.
Ética también es educar y empoderar.
d. Respaldo y conservación de evidencias
No solo basta con emitir boletas, también hay que conservarlas y garantizar que estén disponibles cuando el trabajador las necesite. Esto se puede lograr mediante:
Archivos físicos ordenados y firmados.
Sistemas digitales de boletas con trazabilidad.
Plataformas como WORKI 360, que permiten al trabajador consultar y descargar su boleta desde su celular.
e. No usar la boleta como mecanismo de control o manipulación
La boleta no debe ser condicionada ni usada como medida de presión. Casos como: “te doy la boleta si firmas otro documento” o “no te pago horas extras pero aparece como bono” son prácticas antiéticas y sancionables.
9.4. Rol de la gerencia en la ética laboral del agro
Los altos directivos y líderes de RRHH tienen la responsabilidad moral y legal de garantizar que las boletas se gestionen de forma ética. Algunas acciones recomendadas:
Incluir auditorías internas de emisión de boletas como parte del programa de compliance.
Diseñar políticas claras de transparencia remunerativa.
Capacitar a supervisores de campo y administrativos en los principios del régimen agrario.
Alinear la emisión de boletas con los valores corporativos de la organización.
Recordemos: lo que no se mide, no se mejora. Y lo que no se documenta, no existe legalmente.
9.5. Impacto de una gestión ética de boletas en la reputación empresarial
Empresas que practican una emisión ética de boletas:
Ganan la confianza de sus trabajadores.
Reducen la rotación y los reclamos.
Evitan conflictos colectivos y demandas.
Mejoran sus relaciones con el Estado y con la comunidad.
Fortalecen su imagen ante certificadoras de comercio justo, RSE y sostenibilidad.
En cambio, aquellas que descuidan esta parte tan "simple", terminan enfrentando sanciones graves y reputación dañada, muchas veces por errores que se pudieron prevenir.
9.6. Ética + Tecnología = Sostenibilidad
La ética laboral se potencia cuando se apoya en tecnología. Implementar herramientas como plataformas digitales para emisión de boletas, controles biométricos, sistemas antifraude y trazabilidad documental no solo garantiza cumplimiento, sino que democratiza el acceso a la información laboral.
La empresa moderna no solo debe ser legal, debe parecerlo y demostrarlo.
Conclusión:
Emitir una boleta de pago correctamente no es solo una obligación legal: es un acto de ética, justicia y responsabilidad. Es una forma concreta de decirle al trabajador: “Reconozco tu esfuerzo, valoro tu tiempo y cumplo contigo.” En el mundo agroindustrial, donde miles de trabajadores viven al día y enfrentan realidades complejas, una boleta transparente, justa y bien emitida puede marcar la diferencia entre la explotación y la dignidad laboral.
Para los líderes empresariales, el camino hacia la sostenibilidad comienza con pequeñas grandes acciones. Y pocas son tan poderosas como emitir una boleta con integridad.

¿Qué impacto tiene la correcta emisión de boletas sobre la reputación corporativa?
En el mundo empresarial actual, la reputación corporativa ya no se construye solamente con campañas de marketing o buenas intenciones. Se forja, principalmente, en el comportamiento diario de la organización hacia sus stakeholders más cercanos: sus trabajadores. En el caso del régimen agrario, la emisión correcta, transparente y constante de boletas de pago se ha convertido en un pilar fundamental de la imagen que proyecta la empresa hacia dentro y hacia fuera.
Mucho más allá del cumplimiento legal, emitir boletas de manera ética y oportuna es una declaración de principios, un símbolo de formalidad y un acto de respeto. En el sector agroindustrial, donde existe un historial de informalidad, abusos laborales y conflictividad social, este documento representa la diferencia entre operar bajo la sombra o bajo el estándar internacional.
A continuación, exploramos por qué la correcta emisión de boletas tiene un impacto directo y profundo en la reputación corporativa.
10.1. La boleta de pago como reflejo de la cultura empresarial
Una empresa que emite boletas de pago correctas, completas y puntuales está comunicando lo siguiente:
Que valora a su talento humano.
Que respeta la ley y no toma atajos para reducir costos.
Que su gestión se basa en la transparencia y la trazabilidad.
Que está preparada para rendir cuentas ante auditorías o inspecciones.
Esto no es solo imagen: es una manifestación real de cultura organizacional. La boleta es el primer y más constante “mensaje institucional” que recibe el trabajador mes a mes.
10.2. Reputación interna: confianza, compromiso y retención del talento
La primera consecuencia de emitir boletas de manera responsable es la construcción de confianza interna.
a. Clima laboral positivo
Cuando los trabajadores reciben una boleta clara, sin errores, con sus beneficios desglosados y entregada a tiempo, perciben que trabajan en una empresa seria y formal.
b. Reducción de rumores y conflictos
Las malas prácticas como el pago informal, los descuentos no explicados o las boletas incompletas generan desinformación, rumores y protestas internas que afectan directamente la productividad.
c. Retención del talento
En el agro, donde la rotación es alta, un trabajador que percibe seguridad y transparencia en su pago es más propenso a regresar en campañas futuras, recomendando incluso a nuevos colaboradores.
La boleta no solo paga: comunica respeto.
10.3. Reputación externa: clientes, certificadoras y medios de comunicación
a. Clientes internacionales
Muchos de los productos del agro peruano son exportados a mercados con altos estándares éticos (EE.UU., Europa, Canadá). Estos compradores exigen:
Certificaciones laborales vigentes.
Prácticas éticas documentadas.
Relación respetuosa con el trabajador.
Una boleta mal emitida puede parecer insignificante, pero cuando el cliente pide evidencia de cumplimiento, es allí donde se gana o se pierde una relación comercial.
b. Certificadoras y auditorías
Certificaciones como:
Fair Trade
Rainforest Alliance
Global GAP
SMETA (Sedex Members Ethical Trade Audit)
requieren documentación probatoria del pago justo y transparente al trabajador. Las boletas son el documento base de auditoría para todas ellas. Una omisión, error o falsedad en este documento puede llevar a la pérdida de certificaciones clave y, por ende, de acceso a mercados.
c. Imagen pública y medios
En tiempos donde los trabajadores usan redes sociales y los medios vigilan de cerca al agro, cualquier mala práctica en la emisión de boletas puede volverse viral y destructiva para la reputación.
Casos de empresas sancionadas por SUNAFIL, por ejemplo, han sido noticia nacional, afectando sus ventas, sus relaciones comunitarias y su capacidad de contratar mano de obra local.
Una buena reputación cuesta años construirla… y una boleta mal hecha puede destruirla en horas.
10.4. Reputación ante el Estado y las comunidades
Las comunidades rurales observan cuidadosamente cómo se comportan las empresas instaladas en su territorio. Un empleador que:
No entrega boletas.
Paga en efectivo sin comprobante.
No explica sus pagos.
No respeta los beneficios sociales…
genera rechazo social, protestas, conflictos y cierre de operaciones por presión social.
Por el contrario, las empresas que demuestran formalidad y compromiso ético generan:
Respeto y confianza comunitaria.
Facilidades en procesos de expansión o permisos.
Mejor percepción ante municipalidades y entidades del Estado.
10.5. La tecnología como aliado de la reputación
Plataformas como WORKI 360 permiten a las empresas del agro emitir boletas:
De manera digital y automática.
Con trazabilidad y firma electrónica.
Entregadas al trabajador por correo o WhatsApp.
Con registro legal de fecha y contenido.
Este tipo de herramientas no solo garantizan cumplimiento normativo, sino que proyectan una imagen moderna, profesional y responsable de la empresa ante todos sus stakeholders.
Además, al digitalizar este proceso se pueden generar reportes, estadísticas y dashboards, útiles para auditorías, certificaciones y decisiones gerenciales.
10.6. Casos de referencia: cuando una boleta mejora o destruye una reputación
Caso positivo: Una agroexportadora en Ica implementó boletas digitales con entrega automática por SMS. Logró reducir reclamos laborales en un 95%, obtuvo certificaciones de sostenibilidad y fue destacada por sus clientes europeos como modelo de transparencia.
Caso negativo: Una empresa en el norte del país fue sancionada por no emitir boletas a más de 400 trabajadores temporales. El caso se difundió en prensa nacional, perdió su contrato con un cliente internacional y enfrentó demandas colectivas por despido arbitrario y falta de pago de beneficios.
En ambos casos, la emisión de boletas fue el detonante de consecuencias reputacionales contundentes.
Conclusión:
Emitir boletas de pago de forma correcta, clara, puntual y legal no es un simple acto administrativo. Es una herramienta estratégica de construcción de reputación corporativa, que impacta directamente en el clima laboral, en la confianza de los trabajadores, en la relación con clientes y certificadoras, y en la percepción pública de la empresa.
Para los líderes empresariales del agro, la boleta de pago debe dejar de ser un documento oculto en el archivo de planillas y convertirse en un símbolo de transparencia, ética y compromiso social.
Una empresa que paga bien y demuestra que lo hace, vale más.
🧾 Resumen Ejecutivo
La gestión laboral bajo el régimen agrario peruano exige no solo cumplimiento legal, sino también visión estratégica. Las 10 preguntas analizadas en este artículo revelan aspectos críticos que impactan directamente en la sostenibilidad operativa, reputacional y ética de las empresas del sector agroindustrial.
A continuación, se resumen las principales conclusiones de cada pregunta abordada:
1. Estructura legal del régimen agrario (Ley N.º 31110):
La Ley N.º 31110 establece un régimen con beneficios laborales completos para trabajadores agrarios, alineados al régimen general. Su correcta implementación requiere una reingeniería operativa y una comprensión profunda de los nuevos costos y derechos asociados.
2. Elementos obligatorios de la boleta de pago agraria:
La boleta debe contener datos completos del empleador, trabajador, remuneración detallada, beneficios proporcionales y descuentos legales. Es un documento legal con valor probatorio ante SUNAFIL, y su omisión o error conlleva severas sanciones.
3. Impacto en los costos laborales:
El régimen agrario ha incrementado los costos laborales entre un 28% y 35% frente al régimen anterior. Sin embargo, este aumento puede ser mitigado mediante tecnología, productividad y planeamiento financiero.
4. Auditorías internas para asegurar cumplimiento:
Las auditorías laborales internas son clave para prevenir sanciones y garantizar el cumplimiento del régimen agrario. Deben abarcar contratos, planillas, boletas, cálculo de beneficios y control de asistencia.
5. Errores comunes en la emisión de boletas:
Los errores más frecuentes incluyen: boletas incompletas, no emitir boletas a temporales, cálculos erróneos de beneficios, descuentos no autorizados y falta de trazabilidad. Corregir estos errores es esencial para evitar contingencias legales.
6. Transformación digital como solución estratégica:
La digitalización de la emisión de boletas mejora la eficiencia, reduce errores, garantiza trazabilidad y cumple con exigencias legales. Plataformas como WORKI 360 ofrecen soluciones completas adaptadas al agro.
7. Onboarding alineado al régimen agrario:
El proceso de incorporación debe incluir firma de contrato previa al inicio, registro inmediato en planilla, inducción legal, entrega de EPP y boleta de pago desde el primer día. Esto asegura cumplimiento legal y mejora la experiencia del trabajador.
8. Tercerización dentro del régimen agrario:
La tercerización mal aplicada puede derivar en sanciones severas. Solo debe aplicarse fuera del núcleo del negocio, con proveedores formales y bajo contratos bien definidos. La empresa sigue siendo solidariamente responsable.
9. Boleta de pago como instrumento de ética laboral:
Emitir boletas correctas y comprensibles demuestra respeto, transparencia y equidad. Es un pilar de la ética laboral y fortalece la cultura organizacional, reduciendo la desconfianza y mejorando el compromiso del trabajador.
10. Impacto en la reputación corporativa:
La correcta emisión de boletas mejora la imagen de la empresa ante trabajadores, certificadoras, clientes internacionales y comunidades. Es un diferenciador estratégico en un mercado que exige transparencia y responsabilidad social.
Este resumen destaca cómo una correcta gestión de las boletas de pago, integrada a procesos formales y digitalizados, se convierte en un eje clave de la competitividad, legalidad y sostenibilidad empresarial en el sector agrario.
